Una antigua maldición del virreinato se desata cuando el heredero del importante museo de San Jacinto, en Puebla, ordena remodelar una sala y pintar sobre un antiguo mural. 

Pablo Puig, el artista  al  que  le comisionan  pintar sobre  la vieja  obra,  muere en circunstancias sospechosas sin lograr terminar la que seria su magnum opus.

Diego, hermano del difunto, se muda con  su  hermana  Nuria desde Teúl, Zacatecas, hasta a la ciudad de Puebla para encontrar pruebas que demuestren que Pablo no se suicidó, y así cobrar el seguro de vida y limpiar el nombre de su hermano. Allí conoce a Andrés Murillo, un historiador del arte que conoció bien  a  Pablo en sus últimos meses. Ambos se vuelven buenos amigos mientras investigan a diferentes sospechosos, terminando sumergidos  en una espiral de intriga, venganza y misterio  que  desencadena  en una serie de fenómenos paranormales que provienen  del mural, a los que deberán enfrentarse para esclarecer la muerte de Pablo.