En 1951, el joven Ernesto Guevara, inquieto por el poder y la magia que desgrana el continente Americano, decidió junto a su compañero Alberto Granado, iniciar una travesía en moto con el fin de descubrir la realidad de sus gentes. Aquel viaje lleno de contrastes e impresiones, cambió la mentalidad del joven Ernesto para convertirlo en el revolucionario Che Guevara. Así lo dejo escrito en su diario de viaje: “Este vagar sin rumbo por nuestra mayúscula América me ha cambiado más de lo que creí”. Medio siglo después, Ángel Cuerdo y Fabiola Jubin siguen los pasos y la filosofía del Che: “Deja que el mundo te cambie y podrás cambiar el mundo”. Una ilusión compartida, una moto vieja y un gran continente por descubrir, tienen todos los ingredientes para una sucesión de sorpresas. Y son estas sorpresas del día a día las que terminan escribiendo esta historia, nuestra historia, tras los pasos del Che por Sudamérica.